Cómo Dejar de Procrastinar: Mi Experiencia Personal

Cómo Dejar de Procrastinar: Mi Experiencia Personal

¿Cómo dejar de procrastinar? Esa es la gran pregunta que muchísima gente se hace en redes sociales. Durante diciembre, voy a hacer una serie de vídeos en los que responderé a las preguntas más repetidas, pero con una condición: te contaré una historia personal de cómo he conseguido superar lo que estoy explicando en cada pregunta.

Admitir que Procrastinamos

Para empezar, debo decir una cosa: yo sigo procrastinando de vez en cuando. Hay gente que idealiza a personas como yo, y nos ven súper productivos, siempre haciendo cosas. Pero recuerda, estás viendo una versión editada de mí, solo cuando aporto valor, subo vídeos o hago historias en Instagram mientras trabajo. No te preocupes, yo también tengo mis momentos en los que simplemente veo la tele, vídeos de YouTube o leo tranquilamente. No tienes que obsesionarte por ser una máquina de productividad. Es más importante qué haces con las horas que realmente eres productivo, que no volverte loco tratando de no procrastinar jamás.

Mi Historia con la Procrastinación

En el colegio, me costaba muchísimo estudiar para los exámenes. Me distraía con una mosca, pero en cambio, otras cosas como las cartas Magic o Warhammer me apasionaban. Podía pasar horas en eso. Mis padres siempre me decían: “¿Por qué no inviertes toda esa productividad en lo que realmente importa, que es la escuela?”. La clave estaba en los incentivos. Para un niño de 12 años, mi incentivo era ganar a mis amigos en esos juegos. Si el incentivo es mayor que el dolor de hacer algo, el dolor desaparece. El incentivo de estudiar para un examen no lo veía.

Encuentra tus Incentivos

La lección es sencilla: encuentra un incentivo que haga que la acción que tienes que hacer supere el dolor. Aquí tienes tres tipos de incentivos:

1. Incentivo Negativo

Este tipo de incentivo implica una penalización por no cumplir una tarea. Por ejemplo, apostar con un amigo que si no estudias para el examen, tendrás que pagarle cien euros. Actualmente, con mi amigo Gonzalo, estamos haciendo diferentes dietas, y el que pierde tiene que pagar 200 dólares al otro. Este tipo de incentivo negativo hace que no quieras fallar y, por lo tanto, el dolor de hacer la acción desaparece porque es menor que el dolor de no cumplir.

2. Incentivo Positivo

Este incentivo es una recompensa por completar una tarea. Por ejemplo, decirte a ti mismo que no puedes ir al cine hasta que no completes tu trabajo. Este tipo es más difícil porque requiere mucha auto-disciplina.

3. Incentivo Positivo Mayor

El verdadero incentivo positivo que hará que tus acciones sean fáciles de hacer es tener claro el porqué detrás de tus acciones. En mi caso, quiero ayudar al máximo número de personas a través del conocimiento, y lo hago a través de vídeos en YouTube, mis academias y todo lo que produzco. Este incentivo hace que el dolor de empezar a trabajar se evapore. Si tienes claro por qué estás haciendo algo, como querer ser juez para tener estabilidad financiera o para demostrar tu valía a tus padres, ese motivo te dará la fuerza para seguir adelante.

Un Truco con la Dopamina

Haz de tu dopamina tu aliada. La dopamina es un químico en el cerebro que se libera y nos da felicidad cuando alcanzamos metas. Si tienes una tarea grande, como escribir un documento de cien páginas, engaña a tu cerebro y dile que solo escribirás una página hoy. Te darás cuenta de que escribir una página es más fácil y te enganchará a la dopamina, que es adictiva. Esto hará que quieras seguir escribiendo más.

Conclusión

En resumen, para dejar de procrastinar, encuentra incentivos poderosos que superen el dolor de la tarea, ya sean negativos o positivos. Ten claro el porqué detrás de tus acciones y utiliza la dopamina a tu favor. Recuerda, es más importante ser productivo en el tiempo que realmente trabajas, que obsesionarte con no procrastinar nunca. ¡Empieza hoy mismo y verás cómo tus metas se vuelven más alcanzables!


Citas Más Importantes

  1. “Es más importante qué haces con las horas que realmente eres productivo, que no volverte loco tratando de no procrastinar jamás.”
  2. “Encuentra un incentivo que haga que la acción que tienes que hacer supere el dolor.”
  3. “El verdadero incentivo positivo que hará que tus acciones sean fáciles de hacer es tener claro el porqué detrás de tus acciones.”
  4. “Haz de tu dopamina tu aliada: engaña a tu cerebro y dale pequeñas recompensas para mantenerte motivado.”
  5. “Recuerda, es más importante ser productivo en el tiempo que realmente trabajas, que obsesionarte con no procrastinar nunca.”
Sumario
Nombre del artículo
Cómo Dejar de Procrastinar: Estrategias y Consejos Prácticos
Descripción
Descubre cómo superar la procrastinación con incentivos poderosos y estrategias prácticas. Aprende a ser más productivo y alcanzar tus objetivos sin estrés.
Nombre del Editor
Camino Alfa

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top