Autoestima y Autoconfianza: Claves para Entender la Diferencia
¡Qué tal! Bienvenidos a “Ayuda en las Emociones”. Esta semana estamos hablando de la autoconfianza. Es preocupante que muchas personas confundan la autoconfianza con la autoestima. No son pocas las personas que, para intentar animarse a correr riesgos, empiezan a decirse: “Bueno, necesito quererme un poco más, necesito tratarme mejor a mí mismo, tengo que ponerme más en primer lugar”. Sin embargo, esto no tiene que ver con la autoconfianza.
Diferencia entre Autoestima y Autoconfianza
Una persona que no se anima a correr riesgos no es porque se quiera poco. Al contrario, no se anima a correr riesgos justamente porque se quiere mucho. Es decir, tiene una alta autoestima, pero un bajo nivel de autoconfianza. El miedo a que ocurra algo malo y terminar expuesto la lleva a protegerse y defenderse.
Por otro lado, una persona con baja autoestima tiende a correr todos los riesgos, no le importa el ridículo ni el auto-boicot. Esta persona no se protege porque se quiere poco.
El Problema de la Alta Autoestima sin Autoconfianza
El problema surge cuando la autoestima está tan alta que supera la estima por el prójimo. Esto tiende a producir una corrupción social. Cuando alguien quiere más para sí mismo que para los demás, tiende a guardarse recursos y beneficios, desplazando a los demás y tomando ventaja.
Por ejemplo, una persona con estas características puede ser considerada egoísta y ser desplazada socialmente porque no aporta a la sociedad lo que otros necesitan.
Desarrollar Autoconfianza y Autoestima
Para desarrollar una correcta autoconfianza, es fundamental aprender a querer al prójimo como a uno mismo. Tener una milanesa grande y otra pequeña y partir la suficiente proporción para que ambos coman lo mismo es un acto de equilibrio entre la autoestima y la autoconfianza.
La clave es mantener un equilibrio: amar al prójimo como a uno mismo sigue siendo una de las consignas más importantes de nuestros tiempos, incluso hoy.
Las 5 Citas Más Importantes del Texto:
- “Una persona que no se anima a correr riesgos no es porque se quiera poco; es porque se quiere mucho.”
- “El problema surge cuando la autoestima está tan alta que supera la estima por el prójimo.”
- “Una persona con baja autoestima tiende a correr todos los riesgos, no le importa el ridículo ni el auto-boicot.”
- “Para desarrollar una correcta autoconfianza, es fundamental aprender a querer al prójimo como a uno mismo.”
- “Amar al prójimo como a uno mismo sigue siendo una de las consignas más importantes de nuestros tiempos.”