Vuélvete Un Estoico Con Estas 11 Reglas

Vuélvete Un Estoico Con Estas 11 Reglas

La vida no es fácil

Sería maravilloso si la vida nunca te tentara, si pudieras ir día a día improvisando y haciendo siempre lo correcto. Pero el mundo no es así. Al final, acabamos cometiendo errores o realizando acciones de las que nos arrepentimos después.

El estoicismo: Teoría y práctica

El estoicismo en la teoría es una filosofía, en la práctica es un conjunto de reglas para vivir. Los estoicos creían que la vida era complicada y llena de situaciones que nos pondrán a prueba. Así que crearon reglas para ayudar a mantenernos en el camino correcto.

Introducción a las reglas estoicas

Estas 11 reglas fueron creadas por los filósofos estoicos hace más de 2000 años y han sido de utilidad a muchas personas a lo largo de la historia. Te invito a quedarte hasta el final para aprender todas las reglas y así poder aplicarlas a tu vida.

Regla 1: Conquista tus mañanas

Uno de los mejores momentos de las meditaciones de Marco Aurelio es la discusión que mantiene consigo mismo al comienzo del libro 5. Sabe que tiene que salir de la cama, pero desea desesperadamente permanecer bajo las cálidas sábanas. Es fácil de entender, pero también es impresionante. Marco Aurelio no tenía que salir de la cama; en realidad, no estaba obligado a hacer nada. Muchos emperadores antes que él habían delegado las tareas de gobierno para centrarse únicamente en vivir la vida rodeados de lujos. Sin embargo, Marco Aurelio se obligaba a sí mismo a no caer en esas tentaciones y hacerse cargo desde muy temprano de sus tareas. ¿Por qué madrugaba? Porque Marco Aurelio sabía que ganar la mañana era la clave para ganar el día y ganar en la vida.

No habría oído la expresión de que “Al que madruga Dios le ayuda”, pero era muy consciente de que un día bien empezado era un día productivo. Personalmente, realizo estas tres acciones para tener una mañana productiva:

  1. Escribir un diario: Nada más despertarme, escribo las cosas que tengo que hacer durante el día y un pequeño texto de reflexión sobre el día anterior, anotando las cosas que hice bien y las que hice mal para mentalizarme de en qué tengo que mejorar. Escribir un diario me permite crear un hábito todas las mañanas y reflexionar sobre mi vida. Me recuerda lo que tengo que hacer y cómo debo actuar.
  2. Hacer deporte: No es necesario hacer deporte con mucha intensidad. Con hacer deporte me refiero a ponerte en movimiento: sal a dar un paseo, ve al gimnasio, sal a correr, lo que tú quieras, mientras te active físicamente. Esto te despertará del todo y pondrá tu mente tranquila y preparada para la tercera acción.
  3. Enfocarte en el trabajo: Una vez he realizado las dos acciones anteriores, estoy preparado para concentrarme en la tarea que tengo delante.

Regla 2: Enfócate en lo que está bajo tu control

Los estoicos hacían mucho énfasis en centrarse en las cosas que podemos controlar y olvidarnos de las que no podemos controlar. Entender esto te volverá mucho más práctico y perderás menos tiempo preocupándote por cosas que no lo merecen. Una vez lo entiendes, evitarás muchas frustraciones y situaciones de sufrimiento y sabrás en qué merece la pena enfocarse para lograr los objetivos que te propongas.

Un ejemplo claro es en el deporte: tú controlas cómo juegas, sin embargo, no controlas si ganas, si el rival es respetuoso, si el público te anima o no. Al darte cuenta y empezar a enfocarte en tu juego en vez de en los demás, probablemente logres un mejor rendimiento. Esto mismo aplícalo a todas las situaciones de tu vida.

Regla 3: No sufras por problemas imaginarios

En la vida, las situaciones de incertidumbre nos van a generar pensamientos que nos van a hacer sufrir. Esto es algo totalmente normal, pero si pensamos detenidamente sobre ello, la mayoría de las situaciones negativas que imaginamos que pueden ocurrir luego nunca ocurren. En palabras de Séneca: “Estamos más asustados que heridos y sufrimos más por la imaginación que por la realidad”. Trata de enfocarte en el presente y mantener la calma. Lo más probable es que eso tan malo que te imaginas que te puede ocurrir finalmente no acabe ocurriendo.

Regla 4: Trata el éxito y el fracaso de la misma forma

Marco Aurelio tenía una metáfora interesante. Decía que todos los hombres son como una roca: lanzaban la roca al aire y decía “no gana nada subiendo ni pierde nada bajando, sigue siendo la misma roca”. Da igual que el día empiece con un ascenso o acabe con un despido; sigues siendo la misma persona. De hecho, normalmente las situaciones negativas en la vida nos enseñan muchas cosas, por lo que tienen incluso mayor utilidad que las situaciones positivas. Siéntete agradecido por todo lo que te ocurre, da igual si es bueno o malo, ya que independientemente de lo que ocurra, tú sigues siendo el mismo y podrás sacar aprendizajes de cualquier situación.

Regla 5: Solo haz una cosa cada día

Esta regla no hay que aplicarla de forma literal. Con “hacer una cosa cada día” me refiero a dos situaciones. La primera es para las personas que viven sin objetivos. Es importante centrarse en un objetivo que lograr cada día, por muy pequeño que sea. Vivir sin objetivos convierte una vida potencialmente extraordinaria en una vida mediocre. La segunda es para las personas con muchos objetivos. Tener grandes ambiciones no está mal, pero céntrate en ir paso a paso. Centrarse en demasiadas cosas a la vez puede hacerte perder el foco en lo que es importante de verdad. Con esta regla te invito a que trates de al menos lograr un objetivo que te propongas todos los días. Da igual si es algo básico o algo muy complejo, esfuérzate para lograrlo.

Regla 6: No busques el camino fácil

Siempre que quieras lograr algo, recuerda que no existe el camino fácil para lograrlo. En la vida, las cosas que merecen la pena se logran con esfuerzo. Piensa en cualquier persona que consideres exitosa y lee su biografía. Verás que todo lo que ha logrado esa persona, lo ha conseguido con esfuerzo y disciplina. De hecho, esa es la clave de que se haya vuelto exitoso. Los caminos difíciles construyen tu carácter, te hacen aprender de tus errores y te animan a perseverar. La diferencia entre el que logra grandes objetivos y el que no, es su tolerancia al esfuerzo y sacrificio. Cualquiera puede elegir el camino fácil, por eso hay muy pocos que logran siempre lo que se proponen.

Regla 7: Pregúntate a ti mismo si es necesario

Tómate un momento para reflexionar sobre las cosas que haces en la vida. Pregúntate: ¿esto que hago es necesario? Te darás cuenta de la cantidad de cosas que hacemos y que deseamos en nuestra vida que son totalmente prescindibles, la cantidad de tiempo que malgastamos en estas cosas que realmente no nos aportan nada. ¿Cómo sabemos si lo que hacemos es necesario? Pregúntate por qué haces las cosas que haces, encuentra un motivo valioso, algo que merezca la pena. Si no encuentras ese motivo valioso, eso que haces sobra en tu vida.

Regla 8: Ama tu destino

Las cosas no salen siempre como queremos, es un hecho de la vida. Como dijo Séneca: “La fortuna se comporta como le place”. Su propia vida era prueba de ello. Los problemas de salud interrumpieron su carrera política, un emperador lo exilió, se las arregló para volver solo para que le volviera a ocurrir lo mismo. Casi todo estaba fuera del control de Séneca. La única parte que dependía de él era cómo decidió ver esos acontecimientos y qué decidió hacer con ellos. Eligió verlos como algo bueno, eligió utilizarlos. La vida te hará vivir situaciones buenas y malas. Está en tu mano decidir cómo afrontarlas: si buscar el lado positivo de las cosas que ocurren o vivir lamentándote constantemente.

Regla 9: Habla con la muerte

El fundador del estoicismo, Zenón de Citio, visitó después de perder toda su riqueza al oráculo para encontrar inspiración sobre qué hacer en el futuro. El oráculo le dijo: “Para vivir una buena vida debes hablar con los muertos”. El oráculo se refería a la lectura. Invitó a Zenón a leer los libros de los filósofos que habían vivido antes que él. La lectura es una herramienta increíble; te da la capacidad de leer los pensamientos y opiniones de personas que vivieron hace miles de años. Vivimos en un mundo donde a diario buscamos lo más nuevo y esto nos hace olvidarnos de lo viejo. No hay nada malo en las cosas nuevas que van apareciendo, pero no debemos olvidar la cantidad de conocimiento vital que hay escrito en los libros. Tenemos el poder de conversar con las mayores mentes del pasado que, con su experiencia, pueden guiarnos y ayudarnos en nuestras vidas. Lo peor es que millones de personas en el mundo deciden rechazar este superpoder. Aprovéchate de esto; nunca ha sido tan fácil tener tanto conocimiento antiguo como ahora, gracias a internet.

Regla 10: Sé duro contigo mismo y comprensivo con los demás

Es importante recordar que el estoico tiene normas estrictas, tenemos opiniones firmes sobre lo que está bien y lo que no. Pero, y este es un gran pero, tenemos que ser comprensivos e indulgentes con aquellos que han sido, como escribe Marco Aurelio, “apartados de la verdad”. Esta es la clave: tus normas son para ti. Esto no quiere decir que permitamos a las personas actuar de forma injusta o malvada, pero no tenemos que estar juzgando a todo aquel que no se comporta exactamente como queremos. En este caso, lo mejor que podemos hacer es predicar con el ejemplo. Si quieres mostrarle a alguien que está actuando de forma incorrecta, esfuérzate por actuar tú de forma correcta y muéstraselo. Es la mejor manera de generar un impacto en alguien y cambiar su forma de pensar. Puede que lleve algo de tiempo, pero tarde o temprano comenzarán a imitarte.

Regla 11: Recuerda que mueres cada día

En palabras de Séneca: “Este es nuestro gran error, pensar que miramos hacia adelante hacia la muerte. La mayor parte de la muerte ya ha pasado; todo el tiempo que ha pasado es propiedad de la muerte”. Es fácil ver la muerte como algo lejano. Pensamos en la muerte como un acontecimiento que nos sucede en algún momento de la vida, es algo estacionario. Sea cual sea la fecha en la que ocurrirá, cada día nos acercamos a ella, lenta o rápidamente, dependiendo de nuestra edad y salud. Séneca consideraba que esta era una manera equivocada de pensar en la muerte, que era una visión errónea que propiciaba muchos malos hábitos y una mala vida. Por el contrario, decía que la muerte era un proceso que nos estaba sucediendo ahora mismo. Morimos todos los días; incluso mientras lees este artículo, está pasando un tiempo que nunca recuperarás. Ese tiempo, dijo, pertenece a la muerte. La muerte no está en la distancia, está con nosotros ahora mismo; es el segundero del reloj, es el atardecer. Cuando la flecha del tiempo se mueve, la muerte la sigue reclamando cada momento que ha pasado.

Conclusión

¿Qué debemos hacer al respecto? La respuesta es vivir. Vive mientras puedas, no pospongas nada, no dejes nada sin terminar y aprovecha el tiempo mientras aún te pertenece.

¿Qué te han parecido estas reglas estoicas? ¿Añadirías alguna más? Espero tu respuesta en los comentarios. Personalmente, trato de aplicar estas normas en mi vida. Aunque no es fácil y muchas veces uno se olvida, trato de apuntarlo en algún sitio y de recordármelo a mí mismo. El estoicismo no es un camino fácil, al igual que la vida, requiere de mucho esfuerzo y disciplina, pero merece la pena.

Sumario
Descripción
Descubre 11 reglas estoicas para convertirte en la mejor versión de ti mismo. Aprende cómo aplicar la sabiduría de filósofos antiguos a tu vida diaria para superar desafíos, enfocarte en lo que puedes controlar y vivir una vida más plena y consciente.

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